¡Me robaron por internet!

No se trata de la complicada trama de una película, se trata de una historia que podría estar sucediendo en su entorno, en su propia vida virtual, aunque usted crea que esto resulta imposible. Aquí le explicaremos cómo ocurre y algunos consejos para evitarlo. Hoy en día, todos tenemos un teléfono inteligente, todos tenemos necesidad de estar conectados a internet. De hecho, todos tenemos una presencia virtual, aunque no hayamos hecho un esfuerzo por desarrollarla. Nuestros datos existen en la red, smartphones, familiares, amigos, empresas, y gobierno alimentan nuestra presencia en ella.

Las redes sociales son un negocio muy lucrativo con una característica nunca antes vista, son accesibles de forma casi gratuita por los usuarios. Si se tiene un equipo y un servicio capaz de conectarse a internet, tal vez ya estés en las redes más conocidas. Facebook para los amigos, Instagram para las fotos, youtube para los videos, linkedin para trabajo y negocios, una cuenta de whatsapp para los mensajes y pare usted de contar. Todo esto desarrollado sobre la base del correo electrónico en poco más de un cuarto de siglo.

Ahora bien, si usted es un ermitaño tecnológico que existe en otro tiempo, o simplemente una persona tranquila y feliz que tiene todas sus necesidades cubiertas en un hogar autosustentable, tal vez se atreva a asegurar que ni siquiera tiene correo electrónico. Piénselo de nuevo, pregunte a sus parientes más cercanos, pida que lo busquen en google y tal vez se sorprenda de los resultados. El correo hace falta para buscar trabajo, para tener dinero en el banco, para instalar un juego en el teléfono y en algunos casos hasta para ver a los nietos. Establezcamos como muy poco probable que usted no tenga correo electrónico. Se estima que una de cada seis personas del mundo es usuario de “Gmail” y eso que llamamos “Gmail” es sólo una “marca” de correo de los miles que hay en el mundo. Además, seguramente usted tiene un número de documento de Identidad y ha posado para alguna cámara, otras dos formas de entrar a Internet. En adelante, experto o no, veremos cómo pueden “robarnos” por Internet. Robo o usurpación de identidad. Una foto propia puede ser usada por terceros para crear una vida virtual falsa, con el objeto de difamar, perjudicar, estafar a otros o apropiarse de otros bienes del afectado. La información personal obtenida, incluso de forma legal puede ser usada por criminales para agravar la situación. La identidad digital también es objeto de ataques, si la contraseña de tu correo es fácil de adivinar o descuidada puede ser usada para obtener acceso desde allí a todas las redes sociales para hacer más creíble la identidad falsa, y también apoderarse de servicios digitales a los que estemos suscritos. La identidad financiera es probablemente el objetivo final del robo de identidad. El acceso a compras y transacciones digitales con fines ilícitos que luego el afectado debe pagar económica y en determinados casos penalmente. Virus troyanos y gusanos. Un virus es un huésped destructivo. Un troyano es un invitado que parece inofensivo e incluso útil, pero secretamente permite el acceso y control del sistema a terceros. No se trata de ser destructivo, se trata de ser permisivo, con fines delictivos. Un gusano es un huésped malicioso que ingresa a nuestro sistema y una vez dentro se reproduce probablemente sin intervención del usuario. Hay otros tipos de malware: spyware o espías que solo escuchan y dicen nuestros secretos, adware o publicidad forzada, y agregadores que invitan cada vez más amigos a tu fiesta, sin tu permiso. En este caso se instalan tras engañar al usuario y luego se tornan hostiles intrusivos y molestos. ¿Cómo entran a nuestro sistema? Por invitación nuestra o de los usuarios menos experimentados que comparten con nosotros el equipo (móvil, tablet, portátil u ordenador de sobremesa). En Internet no todo es bueno, no todo es legal. Si usted busca obtener algo muy bueno y gratis, tal vez está cruzando la frontera al lado oscuro. Imagine que en la oscuridad hay un insecto buscando luces que provienen de llamas. Por más tentador que parezca ir hacia la luz, la salida de esa penumbra es huir de todas las luces. Use sólo sitios de confianza, y sin embargo, desconfíe de todos. Internet está lleno de cosas nuevas, pero generalmente aparecen en lugares conocidos, a menos que sea un pionero experto sólo vaya a sitios que son presentados por páginas de confianza. No entre a cualquier lugar sólo por ser invitado. No sea permisivo con sitios o aplicaciones que no conoce. No crea que necesita algo sólo porque una pantalla se lo dice. Trate de mantenerse en la parte de internet que brilla por su utilidad y contenido. Por último, asegúrese de contar con buenos amigos, más allá de un familiar que le de consejos, en lo posible instale un conjunto de herramientas informáticas como antivirus, antispyware y antispam. Hay formas evolucionadas de ingeniería social fraudulenta como ”phishing” en las que caemos en sitios ilegales que imitan a los de confianza. Protéjase de todos los males, ataques informáticos y siempre sea cuidadoso. No comparta información personal en computadores públicos ni a través del correo electrónico. Lea y siga las recomendaciones de su banco y su página de compras en la red. Sea responsable y reservado con su información y su identidad real, virtual, financiara y social. e-mail: ingdiazdaniel@gmail.com twitter: @ingddiaz instagram @ingddiaz youtube: https://www.youtube.com/channel/UC4_GC_eYLoHEnfnYUyMPJng (Me robaron por internet)

¡Me robaron por internet!

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