PROPANAMA, una institución con “lente de género”
En el camino para cumplir con los ODS, la institución trabaja muy de cerca con el servicio exterior y con los ministerios e instituciones locales.
PROPANAMA es la autoridad para la atracción de inversiones y la promoción de exportaciones de Panamá, y para su administradora general, Carmen Vergara, la posibilidad de dejar un legado, a través de la institución se ha convertido en su pasión: “Ver cómo las empresas que apoyamos a exportar crecen y generan más empleos; o las inversiones que logramos traer al país se instalan y generan crecimiento y desarrollo. Es la satisfacción más grande saber que ponemos un granito de arena para hacer crecer a Panamá y mejorar su imagen internacional. Que la gente nos vea como el país de oportunidades, cosmopolita, inclusivo, alegre, abierto, noble y generoso que somos”.
Factor de Éxito conversó con Vergara sobre la visión de género que tiene PROPANAMA y su experiencia personal como mujer frente a una institución clave para el país.
¿Qué iniciativas tiene PROPANAMÁ para incentivar y beneficiar directamente a mujeres emprendedoras?
En nuestras Estrategias de Inversiones y Exportaciones hemos incorporado el “lente de género” de manera que afectemos positivamente tanto la exportación de empresas lideradas por mujeres o en las que mayormente trabajan mujeres o de productos producidos por mujeres; como la atracción de IED de empresas de mujeres. Por Ley, no nos corresponde el generar programas que preparen a las empresas de mujeres o a las emprendedoras para que exporten, esto es materia del MICI, ANPYME o el MIDA, dependiendo del tipo de empresa de que se trate. Sin embargo, como aporte, si tenemos en nuestra página web una sección que se llama MUJER COMPITE, en la cual están listados todos los programas públicos o privados que se ofrecen en nuestro país para promover la autonomía económica de las mujeres. Y apoyamos con webinars y con información de mercado a las empresas de mujeres que están interesadas en exportar. Las apoyamos a participar en Ferias y/o Misiones de Inversión, según su interés. Y trabajamos de cerca con estos programas para apoyar a las mujeres que salen capacitadas y desean exportar. Internamente, trabajamos con PNUD en el desarrollo de nuestra Política y Estrategia de Género, para apoyar a nuestros clientes internos y externos a implementar programas que busquen la equidad y el bienestar.
Se maneja en un mundo de diplomacia y negocios de élite, mayormente masculino, ¿alguna vez ha percibido o sentido discriminación?
La verdad he tenido la suerte de que, por lo general, los hombres con los que me ha tocado compartir laboralmente siempre me han tratado con mucho respeto y consideración. Siempre hay sus excepciones de alguna forma subliminal o incluso inconciente de discriminación, como la típica broma subida de tono, o de a quien le toca servir el café en una reunión o incluso de pensar que soy la Asistente y no la Jefa, sobre todo cuando era la única mujer en el grupo. Pero nada que me haya impedido participar, dar mi opinión, ser tratada con respeto y, sobre todo, aportar. De hecho mis grandes mentores han sido hombres, con los que aprendí mucho y les estoy muy agradecida. Desde mi padre, que siempre me inculcó que no había ninguna diferencia profesionalmente con los varones y que yo era perfectamente capaz de competir y de avanzar a la par de cualquier compañero. En retrospectiva debo decir que mis Jefes han sido en su muy alta mayoría hombres. Pero, todos excelentes. Y agradezco que me dieron la oportunidad de comprobar mis capacidades, de siempre retarme para ser mejor y dar más, de aprender muchas cosas diversas y distintas a las que estudie, pero sobre todo de contribuir y aportar. De ellos y de muchos compañeros y compañeras más a lo lagro de mi carrera, incluso hoy, he aprendido y continuo aprendiendo constantemente. Pero sé que he sido de las afortunadas, porque no todas tienen esa misma experiencia con sus compañeros y jefes, y eso es realmente lamentable. Y precisamente por haber sido afortunada en mi carrera siempre trato de identificar el talento, en hombres y mujeres y de apoyarlos para que tengan la misma posibilidad de aportar y de crecer que yo tuve.
¿Cree usted que se brindan suficientes oportunidades a las mujeres en el sector donde usted se desempeña?
Creo que si hay muchas oportunidades, pero aún queda mucho por hacer. Hay que generar programas enfocados en apoyar a las mujeres de forma específica y sustantiva y ponerlos en conocimiento de las mujeres para que tengan acceso a ellos. Programas con características específicas y un propósito definido, para apoyar a las mujeres, “en clave de género” como dice ONUMujeres. Las mujeres aún enfrentan muchas dificultades para competir en igualdad de condiciones. Desde el acceso al crédito, hasta el mejoramiento de sus capacidades de negociación, por ejemplo, o de elaboración de prototipos, estudios de mercado o planes de negocios. Aunque, para ser justos, estos problemas los enfrentan todos los emprendedores o los empresarios de pequeñas empreas, ya sean hombres o mujeres. Sin embargo, como en todo, lamentablemente la condición de ser mujer agrava cualquier inequidad y la brecha es mucho mayor para que las mujeres compitan que para que lo hagan los hombres.
¿Cuáles son las características del liderazgo femenino que lo hace tan diferente? ¿Cómo ayudan esas características a su desempeño profesional?
Creo que las mujeres estamos más pendientes de los detalles. Somos más sensibles y estamos generalmente más involucradas en todos los aspectos de las insituciones o empresas. Aunque muchos hombres también tienen estas capacidades, por eso no me gusta generalizar. Tenemos un alto nivel de compromiso y responsabilidad por el trabajo y por el cumplimiento de nuestras metas. Somos muy empáticas, por ejemplo, ponemos mucha atención a nuestros equipos, a la gente detrás de los puestos y nos preocupamos más porque todos estén bien y logren aportar más y mejor. Es una estadística global que las empresas lidaradas por mujeres o donde trabajan mayoritariamente mujeres, tienen mejores rendimientos, lo hemos visto ahora que tenemos estadísticas sobre el desempeño de los “sellos de género” y la implementación de políticas de género en las empresas.
¿Qué mensaje le gustaría compartir con las mujeres panameñas?
Que crean en si mismas. Que no sean tan duras con ellas mismas. Las mujeres tendemos a juzgarnos muy duramente y a pretender ser perfectas en todo o a pensar que no podemos tenerlo todo y que debemos sacrificar la vida personal por la profesional o viceversa. Realmente todo está en el balance. En trabajar duro, pero también en propiciar momentos de calidad con la familia y amigos, esos que dejan huella y que uno recuerda cuando mira hacia atrás. Profesionalmente hay que atreverse. Aprovechar las oportunidades y nunca dejarlas pasar por pensar que no somos capaces. Si lo somos. Somos guerreras por naturaleza y esa fuerza la podemos aplicar para conseguir nuestras metas y hacer realidad nuestros sueños. Y en Panamá hay mujeres muy valiosas y valientes. Y todas debemos sentirnos orgullosas de ellas y apoyarlas y proyectarlas porque son ellas las que abren la puerta para las nuevas generaciones. Seamos parte del cambio.
20 años de experiencia impulsando el comercio, la inversión y el desarrollo empresarial en los países de Centroamérica, ¿cuál es el compromiso que ha asumido?
Mi compromiso siempre ha sido el de aportar para ser un país y una región más productiva, inclusiva, digital y sostenible. Tenemos tanto potencial, que podemos alcanzar excelentes niveles de desarrollo económico, que se traduzcan en una mejor calidad de vida para todos los panameños. Centroamérica es un mercado muy interesante y con muchas oportunidades por la complementariedad de nuestras ofertas. Debemos mirarlo con mayor detenimiento y promoverlo más como mercado para las PYMES. En lo personal, como madre de una mujer, trabajo para que en primer lugar, mi hija sea una mujer empoderada y esté siempre esté orgullosa de mis actuaciones. Y en segundo lugar, que el mundo en el que ella va a trabajar y a vivir, sea un mundo mejor y con mejores oportunidades de las tuvimos las mujeres de mi generación. Creo que todas las madres queremos eso; así lo aprendi de mi madre que es una gran profesional, luchadora e intachable. Y en mi caso, es el norte y la motivación mayor de mi vida, y lo que siempre tengo en cuenta ante cualquier actuación, personal o profesional.