Soy organizada, estructurada, pero a la vez flexible
Como líder, Mónika Infante, entiende que “nuestro liderazgo es llano, abierto y transparente. Accesible y presente. Sobre todo, confiado en el talento de los demás y basado en la confianza, el compromiso y la responsabilidad”.
Señala que el liderazgo femenino es transformador por ese sentido de cuidado que en general tienen las mujeres, que se enfoca mucho en orientar los equipos y en el cuidado del entorno. “Es transformador porque forja relaciones duraderas con las personas, los grupos de interés y las comunidades, y por velar por una operación respetuosa del medioambiente”.
Infante reconoce ser una líder organizada, estructurada, y al mismo tiempo flexible. “Eso me permite planificarme, pero a la vez no paralizarme ante los imprevistos y estar abierta a los cambios, porque el cambio constante permite resultados extraordinarios”.
Indica que en el caso del sector donde se desempeña, la industria del transporte aéreo, un sector altamente dinámico, el reto más grande es llevar el balance entre la vida familiar, lo laboral y lo personal. “En la medida que se va avanzando en la carrera y madurando, se adquiere un mayor control de todos los roles, pero es importante que las jóvenes profesionales asuman ese reto inicial, que luego va recompensado con la confianza y ascensos a posiciones gerenciales donde se puede tener mejor balance”, puntualiza.