Este año marca un punto crucial para la tecnología en América Latina. Según expertos de Veeam, las empresas de la región deben prepararse para enfrentar desafíos como el aumento de ciberataques, la necesidad de resiliencia de datos, y el impacto transformador de la inteligencia artificial (IA) en modelos de software como servicio (SaaS).

Resiliencia de datos: una prioridad en 2025

La frecuencia y sofisticación de los ataques cibernéticos exigen que las organizaciones fortalezcan sus estrategias de protección de datos. Gil Vega, Chief Information Security Officer de Veeam, señala que regulaciones más estrictas, como la directiva europea NIS2, están marcando un precedente global.

“Estas regulaciones promoverán respaldos inmutables y planes de recuperación robustos, esenciales para la continuidad de negocios en sectores críticos como la salud y las finanzas,” comentó Vega. Se espera que este enfoque global influya significativamente en América Latina, impulsando a las empresas a cumplir con estándares internacionales de seguridad.

Cambio en la percepción del ransomware

Shiva Pillay, General Manager y Senior Vice President de Veeam para las Américas, destaca que superar un ataque de ransomware ya no es sinónimo de fracaso. “En lugar de ser visto como un error, enfrentar y superar un ciberataque demuestra preparación y resiliencia, habilidades clave para los profesionales de TI en 2025,” aseguró.

La evolución del SaaS: IA en el centro de la innovación

El Chief Technology Officer de Veeam, Niraj Tolia, predice una revolución en el modelo SaaS gracias a la IA. “El SaaS 2.0 permitirá sistemas más proactivos y autónomos, capaces de gestionar tareas complejas como la recuperación ante desastres,” explicó. Esta evolución no solo optimizará la productividad, sino que reducirá costos operativos, transformando la interacción con las plataformas tecnológicas.

El papel de la regulación y la educación

Rick Vanover, Senior Director de Product Strategy en Veeam, subraya que la adaptación a nuevas normativas y la capacitación serán esenciales. “La portabilidad de datos y la inversión en estrategias flexibles serán determinantes para garantizar el cumplimiento regulatorio sin comprometer la agilidad,” afirmó.