Nueva York se ha convertido en el primer estado de Estados Unidos en ofrecer licencia prenatal remunerada.

A partir del 1 de enero de 2025, las empleadas embarazadas del sector privado tienen derecho a 20 horas de licencia paga por año para asistir a consultas médicas prenatales . La licencia se puede utilizar para diversos servicios de atención médica relacionados con el embarazo , incluidos exámenes físicos, tratamientos de fertilidad y atención al final del embarazo, pero excluye la atención posnatal o posparto.

Por qué es importante

La nueva política llega en medio de una creciente preocupación nacional por la salud materna e infantil en Estados Unidos, donde las tasas de mortalidad infantil han aumentado por primera vez en décadas. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la tasa de mortalidad infantil aumentó un tres por ciento en 2022, el mayor aumento en 20 años.

Estados Unidos continúa rezagado respecto de otras naciones de altos ingresos en esta área, debido a factores que contribuyen, entre ellos, una atención prenatal inadecuada y disparidades sistémicas.

Prenatal

Qué debes saber

La iniciativa de la gobernadora demócrata Kathy Hochul aborda directamente algunos de estos desafíos, apuntando a reducir la mortalidad materna e infantil, particularmente entre las poblaciones de bajos ingresos y minoritarias.

Los datos del Departamento de Salud del Estado de Nueva York muestran que los bebés negros en el estado tuvieron una tasa de mortalidad 2,8 veces mayor que la de los bebés blancos o hispanos entre 2016 y 2019. Las disparidades en el acceso a procedimientos médicos de rutina y la calidad de la atención se citaron como los principales impulsores de estas estadísticas.

La Ley de Licencia Prenatal Remunerada es distinta de las políticas de licencia por enfermedad y licencia familiar existentes en Nueva York. La ley garantiza que los empleados puedan utilizar esta licencia sin necesidad de agotar antes otras opciones de licencia disponibles. Todos los empleados del sector privado, incluidos los trabajadores a tiempo parcial y los nuevos empleados, tienen derecho a este beneficio, que se paga a su tarifa por hora habitual o al salario mínimo, el que sea más alto.

Los empleadores tienen prohibido solicitar documentación médica o detalles sobre las citas prenatales de las empleadas, y las represalias contra las empleadas por utilizar este beneficio están estrictamente prohibidas. La ley también permite que las licencias se tomen en incrementos de horas, lo que les da a las trabajadoras embarazadas flexibilidad para programar sus citas.