V Edición REM: Recursos energéticos & mineros

Dominicanos priorizan productos más orgánicos y frescos en su alimentación, según estudio

La empresa McKinsey & Company destaca como en medio de señales de estabilización económica, el comercio minorista de alimentos en América Latina comienza a recuperarse tras años marcados por desafíos globales como la pandemia de COVID-19, el aumento de la inflación y el desempleo.

Pero, con una tendencia inclinada en que los consumidores dominicanos están priorizando productos más saludables, orgánicos y frescos. Asimismo, abogan por una oferta de productos importados de alta calidad, especialmente de España y Estados Unidos.

“En un mercado tan dinámico, la capacidad de innovar y responder a las necesidades cambiantes de los consumidores determinará el éxito de los minoristas en América Latina”, explicó Antonio Novas, socio senior de Mckinsey & Co y Managing Partner para la operación en República Dominicana.

El informe identifica cuatro tendencias principales que están moldeando el sector. Estas dinámicas reflejan un cambio profundo en cómo los consumidores eligen, compran y valoran los productos esenciales.

Desde 2020, el poder adquisitivo en bienes de consumo ha disminuido un 25 % debido a una inflación acumulada de 6 % anual, mientras que el PIB regional creció solo un 1 % anual. Este contexto ha llevado a los consumidores a ser más estratégicos en sus decisiones de compra.

En los primeros seis meses de 2024, el sector minorista de alimentos mostró signos claros de estabilización. Las ventas de bienes de consumo crecieron durante ocho trimestres consecutivos, con casi todos los países de la región, excepto Argentina y Chile, registrando un aumento en el volumen de ventas. Entre los formatos que lideraron el crecimiento están el comercio electrónico (con un aumento del 44 %), las tiendas de conveniencia (32 %) y las tiendas de descuento (26 %).

El gasto promedio anual también experimentó un aumento notable. En formatos modernos, el gasto creció un 15.6 %, alcanzando los US$ 362 por hogar, mientras que en los canales tradicionales el incremento fue del 10.9 %, con un gasto promedio de US$ 322. Estas cifras resaltan cómo los consumidores están buscando no solo valor, sino también conveniencia y accesibilidad.

En lugar de optar por marcas "mainstream" con precios promedio, muchos consumidores han aumentado su gasto en productos económicos y marcas blancas, mientras que también se observa un aumento selectivo en el gasto en marcas premium. Este comportamiento dual cautela en gastos generales y "lujos discretos" en ciertas categorías, ofrece oportunidades para las marcas que sepan adaptarse a estas preferencias.

El crecimiento de las marcas blancas no solo es evidente en los grandes mercados como Colombia y México, sino que también está transformando las dinámicas de consumo en otros países de la región.

Por ejemplo, en Ecuador, el gasto en marcas blancas aumentó un 300 % entre 2019 y 2023, destacando una rápida adopción en categorías como alimentos no perecederos, productos lácteos y artículos de cocina.

En contraste, Brasil fue el único mercado donde las ventas de marcas blancas disminuyeron, atribuido a una menor expansión de tiendas de descuento y la competencia de mayoristas que ofrecen marcas líderes a precios reducidos.

En toda la región, la participación promedio de las marcas blancas en tiendas de descuento alcanzó un 25.9 %, con un crecimiento de dos puntos porcentuales en los últimos cinco años.

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Acento