Fair Share es necesario para la sostenibilidad e innovación de todo el ecosistema digital

Dado que Internet depende de la capa de infraestructura de telecomunicaciones para funcionar, adoptar un modelo de Fair Share (o contribución justa) se ve como un paso necesario para garantizar la sostenibilidad e innovación de todo el ecosistema digital a largo plazo.

Los servicios de contenido en streaming, la Inteligencia Artificial, los videojuegos, la Realidad Virtual, el Internet de las cosas, el cómputo en la Nube, los vehículos autónomos, la salud digital, la tecnología agrícola y una enorme gama de aplicaciones, productos y servicios requieren de infraestructura de alta capacidad.

Actualmente, esa infraestructura se sostiene principalmente por las inversiones de las empresas de telecomunicaciones, pero este modelo ya no es viable para asegurar una adecuada calidad de Internet, tomando en cuenta el exponencial aumento en la demanda del tráfico de datos que se prevé para los próximos años, coincidieron especialistas y representantes de la industria telco.

Durante el Foro de Gobernanza de Internet de América Latina y el Caribe (LACIGF) 2024, Fair Share fue uno de los principales temas de discusión, con posturas tanto a favor de su adopción como en contra.

Pablo García Castro, director regional para el Cono Sur de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet), advirtió que América Latina tiene una brecha de inversión de 17 mil millones de dólares para desarrollar la infraestructura que soporte el tráfico futuro de Internet.

Sin embargo, los proveedores de servicios de Internet no pueden afrontar esas inversiones en solitario, porque no hay crecimiento de usuarios ni de ingresos suficiente, señaló Alejandro Adamowicz, director de Tecnología y Relacionamiento Estratégico de la GSMA.

Unas cuantas empresas de Internet concentran entre el 50 y 60 por ciento del tráfico en las redes, pero no aportan en equivalencia al desarrollo de esta infraestructura, comentó García Castro.

En ese sentido, los expertos afirmaron que Fair Share es indispensable para afrontar la creciente demanda de tráfico. El ejecutivo de Asiet comentó que, entre 2012 y 2021, el tráfico se multiplicó por 14. Y el contenido en streaming pasó de representar el 29 por ciento del tráfico global al 66 por ciento en 2022.

Además del contenido de las plataformas digitales, el aumento del tráfico puede ser incluso superior durante los próximos años, debido a la adopción de nuevos servicios y tecnologías como la Inteligencia Artificial.

Ricardo Campos, académico de la Universidad Goethe de Alemania, explicó que en la actualidad hay una falta de equilibrio entre el modelo de financiamiento de las redes y la etapa de digitalización en la que se encuentra el mundo.

Tres o cuatro empresas de tecnología son las responsables del 50 por ciento del tráfico en las redes sólo en Brasil, pero no aportan para su desarrollo, expansión y sostenibilidad: eso es un modelo de financiamiento analógico, comentó el académico.

Aunado a ello, Pablo García Castro consideró que los proveedores de contenido no tienen incentivos “para hacer un uso racional del ancho de banda disponible, que es un recurso finito”.

Los ponentes reconocieron que existe una relación de dependencia entre los proveedores de contenido y las empresas de telecomunicaciones, ya que los usuarios contratan servicios de Internet para acceder a contenidos y la existencia de estos últimos impulsa a querer servicios de conexión de mejor calidad, por ejemplo.

Sin embargo, “esta relación simbiótica se está transformando en algo parasitario” porque no hay equilibrio en el financiamiento, advirtió Ricardo Campos.

Por lo tanto, los especialistas coincidieron en que el modelo debe cambiar para garantizar las inversiones que requieren las redes y el desarrollo de todo el ecosistema digital en su conjunto. De lo contrario, se puede generar un cuello de botella, expuso Fernando Soares, director de Regulación de Conexis Brasil.

Fair Share, ¿un subsidio cruzado?

Como en todo debate, en torno al Fair Share hay voces que discrepan de los argumentos de las telcos: las de las grandes plataformas digitales, los proveedores regionales de Internet (en Brasil) y otros actores de Internet.

En el marco LACIGF 2024, que se llevó a cabo en Chile, Cristiane Sanches, representante de la Junta Directiva de la Abrint, advirtió que adoptar Fair Share sería ir en contra de la naturaleza abierta y libre de Internet como se le conoce hasta ahora.

La ejecutiva de la Asociación Brasileña de Proveedores de Internet y Telecomunicaciones (Abrint) aseguró que este modelo, más que contribución justase trata de un subsidio cruzado.

“A partir del momento en que se crea una regla que está relacionada a un subsidio cruzado entre sectores y a una tarificación del propio precio del tráfico de esa red, surge una distorsión en el mercado que es sinérgico”, afirmó.

Si se implementa una reglamentación de precios, habrá una mayor dependencia de rutas internacionales para el tráfico de Internet y, por tanto, se tendrán problemas de conectividad que van más allá de lo nacional y aumentos en los contratos de conexión, alertó la especialista.

Cristiane Sanches cuestionó los argumentos del sector de telecomunicaciones respecto a que existe una justificación de mercado y técnica para adoptar Fair Share, dado que el tráfico de Internet crece de forma acelerada y las plataformas digitales son las principales responsables.

Regular sobre Fair Share no tiene nada que ver con poder de mercado. ¿Por qué? En Internet no podemos afirmar que estamos frente a una situación de mercado de dos caras”, dijo.

El mercado de dos caras es un concepto en el derecho económico, en el derecho regulatorio, “que muestra cuando una empresa provee servicios o productos a varios grupos de consumidores”.

Sin embargo, explicó la representante de Abrint, en Internet no existe esta lógica de dos caras, sino la dinámica de “efectos de red indirectos”. Esto se refiere a que hay un grupo (las empresas de Internet) cuyo comportamiento tiene que ver con el comportamiento de otro grupo (las telcos), pero eso no significa que haya poder de mercado, afirmó Sanches.

Las voces en contra del Fair Share también rebaten el argumento de las empresas de telecomunicaciones de que el tráfico de Internet subirá a pasos agigantados.

Alessandro Molon, director ejecutivo de Alianza por Internet Abierta, comentó que la demanda de datos no va a crecer como se prevé. “Seguirá creciendo ―dijo― pero de forma desacelerada: es una curva que va perdiendo su inclinación”. 

Molon también recordó que las empresas de Internet están invirtiendo en infraestructura, como cables submarinos, CDNs y centros de datos para mejorar la calidad de sus servicios y la experiencia de los consumidores finales.

En opinión de Alessandro Molon, las empresas de telecomunicaciones han elevado sus utilidades, especialmente provenientes de los servicios de Internet, pero cada vez invierten menos en redes.

Sin embargo, Alejandro Adamowicz, de la GSMA, recordó que los operadores tienen que invertir todos los años entre 16 y 18 por ciento sobre sus ingresos en infraestructura, pese a que los ingresos crecen, en el mejor de los casos, entre 3 y 4 por ciento.

Otro punto importante en torno a la discusión sobre Fair Share, según Molon, es la transformación de las empresas de telecomunicaciones, que buscan diversificarse y ofrecer nuevos servicios y aplicaciones.

“Si eso sucede, ¿el operador se va a poner una tasa a sí mismo o se dará un trato preferencial?”, increpó el ejecutivo.

Paula Bernardi, consultora senior de Internet Society, expresó que en realidad quienes generan el tráfico en Internet son los usuarios y no ciertas empresas, por lo que Fair Share significaría afectar a los usuarios, elevar el costo de la conectividad y dañar la Internet abierta.

Y aunque es cierto que los usuarios son quienes generan el tráfico, los operadores de telecomunicaciones reviraron que quienes lucran con las redes que no mantienen son las grandes plataformas.

Una discusión abierta en América Latina

Está claro que no hay consenso todavía en torno a Fair Share. Mientras tanto, los reguladores de países como Brasil ya están analizando este tema e investigando si es necesario intervenir de alguna manera o dejar que el mercado resuelva la problemática.

De momento, la postura general de los proveedores de contenido y el sector de Internet no considera que exista evidencia respecto a un problema que abordar, y ven más riesgos que beneficios en el planteamiento de Fair Share. 

Las telcos, por otro lado, citando los informes financieros que señalan la tendencia de ingresos a la baja y los reportes de tráfico en las redes que publican los reguladores, advierten que se necesita un nuevo modelo para la sostenibilidad del ecosistema, algo que, dicen, conviene a todos.

 

Fuente

DPL NEWS