Islas Doradas de Georgia: el eterno encanto de Jekyll Island
En la costa sudeste de Georgia, lejos de la parte continental de la ciudad de Brunswick, se encuentran las hermosas Islas de barrera de St. Simons, Little St. Simons, Jekyll y Sea, las cuales se conocen colectivamente como las Islas Doradas. La isla que se encuentra más al sur es la Isla Jekyll, un lugar en el cual las familias pueden pasar unas agradables vacaciones, explorar fascinantes lugares históricos y playas vírgenes. Desde el lujoso complejo turístico hasta la increíble belleza natural, la Isla Jekyll es un verdadero encanto por donde se le mire.
Historia de lujos
La Isla Jekyll recibe a los visitantes con mucha historia y encanto. Puedes comenzar con un paseo por las tierras del distrito histórico Jekyll Island Historic, que incluye el Museo Jekyll Island y la pieza maestra del distrito: el Jekyll Island Club Hotel. El histórico complejo hotelero solía ser el retiro de invierno de las personas más acaudaladas del Norte y entre los huéspedes se encontraban personalidades destacadas como William Rockefeller, Joseph Pulitzer, William K. Vanderbilt y J.P. Morgan. La propiedad legendaria incluye unos 16 kilómetros de playas arenosas, campos de golf, canchas de tenis, 32 kilómetros de senderos para ciclismo y un distrito histórico. Alrededor del hotel, encontrarás el Distrito National Historic Landmark que tiene una superficie aproximada de 97 hectáreas y que además, es increíblemente encantador. Visita el museo Jekyll Island Museum, cuya entrada es gratuita y embárcate en un recorrido guiado en un tranvía o haz un romántico recorrido en un carruaje llevado por caballos. Se incluye la entrada a dos hermosas cabañas restauradas, en donde puedes experimentar cómo vivían los residentes del lugar en aquel entonces. El hotel ofrece lujos además de actividades para toda la familia. Allí podrás encontrar sitios espectaculares para dar un paseo, una piscina, croquet de nivel profesional, bicicletas para explorar la isla, un pabellón en una playa privada y también podrás disfrutar del té de la tarde.
Ruinas históricas
A medida que explores todo lo que la Isla Jekyll tiene para ofrecerte, es posible que te cruces con las ruinas de la vivienda Horton House. La Horton House fue originalmente construida en el año 1743 por el comandante William Horton, un confiable funcionario de James Oglethorpe. Las paredes que todavía permanecen en pie se construyeron a base de tabby, un material hecho con concreto y conchillas que se utilizaba mucho en la construcción de edificios de esa época. Posteriormente, la casa se convirtió en la residencia de la familia du Bignon, dueños de la Isla Jekyll que vivieron allí hasta fines de 1800. El cementerio familiar se encuentra cruzando la calle. Dato curioso: Horton también fermentó la primera cerveza de Georgia.
La imponente Playa Driftwood
Durante tu estadía en la Isla Jekyll, no te pierdas la playa Driftwood Beach, ubicada en el extremo norte de la isla. Este espectacular paisaje de maderas flotantes se parece a un cementerio de árboles. Se trata del lugar más surrealista que jamás hayas visto y es además, un sitio extraordinario para tomar fotografías. Da un paseo por la serena playa y observa las raíces y las ramas retorcidas. Los mejores momentos del día para visitar este lugar son el amanecer o la puesta de sol, en especial si lo que buscas es obtener fotografías increíbles y pasar una velada costera muy romántica.
Centro para la conservación de tortugas marinas de Georgia
Una parada obligatoria en la Isla Jekyll, en especial para las familias, Centro para la conservación de tortugas marinas de Georgia. Después de pagar la entrada, que se usará para fomentar la recuperación de tortugas marinas, aprenderás todo acerca de ellas. A diferencia de un acuario típico, el centro se enfoca en proteger y salvar tortugas marinas y tiene el objetivo de enseñar al público los comportamientos y los hábitat de estas criaturas. Los guías turísticos cuentan con mucha información y realizan los recorridos con gran entusiasmo. Si tienes suerte, podrás ver cómo los veterinarios cuidan a las tortugas. Las Islas Doradas son un destino de belleza inigualable, colmado de personas amables y atracciones encantadoras. Disfrutarás del entorno clásico y gentil, y querrás regresar una y otra vez.