IV Edición: Recursos energéticos & mineros

AIFA es un aeropuerto familiar; el NAIM, elitista y de negocios

El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles ya es una realidad. En una semana, el proyecto emblema del presidente Andrés Manuel López Obrador será inaugurado oficialmente con viajes inaugurales al interior de la República... y a Venezuela,

Ayer, sin embargo, las familias "chilangas" le dieron su remojón al aeropuerto de Santa Lucía: miles de capitalinos, mexiquenses y pachuqueños acudieron al lugar para participar, entre remolinos y mamuts, en una rodada en toda la base militar, la terminal aérea y las pistas de aterrizaje.

Hay que destacar que, a diferencia del NAIM de Peña Nieto, que era un proyecto de carácter elitista, las y los mexicanos sí se apropiaron y mostraron orgullo por el AIFA. Lo hicieron suyo,

Y la verdad hay motivos para reconocer al Aeropuerto de Santa Lucía: el diseño es austero y simple, pero elegante. Los baños tienen un concepto atractivo. Y lo mejor de todo: los museos.

El Museo del Mamut es uno de los más interesantes en paleontología que hay en México. Nada más al entrar, uno se siente en la película de Jurassic Park. Hay restos fósiles de caballos, camellos, mamuts y otras criaturas prehistóricas que habitaron en la Cuenca de México hace varios milenios.

Además, hay maquetas y representaciones sobre cómo se veía la CDMX durante la era del hielo... e incluso podemos ver a "Don Goyo", es decir, el Popocatépetl, cuando era joven.

Otra de las "bellezas" que tiene el AIFA es el Museo de Aviación, el cual alberga en su interior aeronaves históricas del país: el avión de combate que usó el Escuadrón 201 en la Segunda Guerra Mundial; un jet de combate supersónico F5: y, por supuesto, el primer Avión Presidencia del país... y que no tuvo ni Obama, pero sí Miguel Alemán.

El carácter familiar del Aeropuerto de Santa Lucía es innegable y en eso radica su principal fortaleza: es un proyecto pensado para las y los mexicanos, para incitar el consumo interno y fomentar el turismo al interior del país. Por lo tanto, es diametralmente opuesto al NAIM, que era un proyecto más enfocado en ser un hub internacional para México.

¿Cuál postura es mejor? Quizá ninguna, simplemente son diferentes. Los defensores del Aeropuerto de Texcoco señalan que se habría impulsado el desarrollo del país y la región... por otra parte, la historia nos demuestra que no es así. Atlanta tiene uno de los aeropuertos más importantes del planeta y, sin embargo, las comunidades afroamericanas están en el abandono y hay altos niveles de pobreza en todo el estado de Georgia. 

De acuerdo con welfareinfo.org, el 22.4 por ciento de la población de Atlanta vive en pobreza; mientras que datos de Bloomberg arrojan que es la ciudad con mayor desigualdad en todo Estados Unidos. Por ello, es un mito que un aeropuerto genere riqueza en las comunidades aledañas. Tan sólo hay que ver el actual Aeropuerto Benito Juárez, el cual es rodeado de barrios marginados en la Ciudad de México.

El AIFA está destinado a fomentar el consumo interno en un país en el que la mayor parte de la población jamás se ha subido a un avión, lo cual es loable en una nación con una monstruosa desigualdad... el problema es que, quizá, no resuelva el problema de la saturación aeroportuaria al interior de la república. Y su crecimiento a futuro no es tan ambicioso.

Otro problema de Santa Lucía es que, a pesar de sus múltiples atractivos culturales (como restaurantes dentro de antiguos trenes militares), aún se siente vacío y lejos de ser terminado por completo. Además, el terreno árido y carente de árboles causa numerosas tolvaneras y polvaredas.

Lo peor de todo: las señalizaciones son un desastre. Es casi imposible llegar sin perderse, además de que las vialidades aún están sin terminar y eso genera múltiples cuellos de botella en la México-Pachuca. Es probable que, durante los primeros años de operación de Santa Lucía, sea todo un dolor de cabeza (y para los bolsillos) lograr llegar a la terminal aérea. Pese a todo, es un buen proyecto que ha logrado construirse en tiempo récord y que está pensado en la ciudadanía. El NAIM también era un buen proyecto para lo que buscaba: los negocios. 

En conclusión, el AIFA es un aeropuerto "familiar"... y el NAIM era un aeropuerto "elitista de negocios". ¿Qué visión será la mejor? El tiempo lo dirá.