IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Glenda Umaña, Periodista egresada de la Universidad de Costa Rica con maestría en la Universidad Internacional de la Florida, fundadora de Glenda Umaña Communications (GUC)

NO HAY LIDERAZGO SIN REINVENCIÓN

Me gusta decirle a Glenda Umaña que es una dama de la televisión. Posee un incuestionable talento para comunicarse, un carisma natural ante las cámaras y un admirable olfato periodístico. Pero su calidad humana, cercanía y generosidad hacen que destaque en una apasionante industria donde es frecuente que esas cualidades sean ensombrecidas por egos y presión por informar primero.

Periodista egresada de la Universidad de Costa Rica con maestría en la Universidad Internacional de la Florida, fue una de las fundadoras de CNN en Español en 1997, primera cadena de noticias 24 horas para la audiencia hispana en Estados Unidos. Forjó gran parte de su carrera allí: estuvo al frente de varios programas y perdió la cuenta de cuántas veces le informó al mundo impactantes noticias de última hora.

En 2014 cerró ese ciclo. Descubrió el significado de la palabra reinvención, se atrevió a apostar a su credibilidad y prestigio y fundó Glenda Umaña Communications (GUC) para contribuir a impulsar la calidad del periodismo latinoamericano. Su liderazgo comunicacional le ha convertido en conferencista, coach de medios, asesora y moderadora de eventos. La adrenalina periodística también tiene espacio: produce y realiza coberturas en cualquier latitud del globo.

¿Cómo entiende Glenda Umaña el liderazgo en estos tiempos?

Es un proceso que lleva intrínseca la reinvención y que muchas veces se presenta como un cambio paulatino. Cuando salí de CNN en Español mucha gente me decía: ¨¿qué vas a hacer ahora? Tienes que reinventarte¨. Sinceramente yo no entendía lo que era la reinvención, no tenía idea de qué iba a hacer. Cuesta un poco aterrizar en ese concepto. Inclusive llegó un momento en que las personas me caían mal, me tenían harta de tanto decirme ¨reinventate¨. ¿Qué será lo que es ´reinventarte´, hay que hacer una fila? Pero ahora lo tengo muy claro. Yo no pasé por ese proceso de manera tan estructurada sino que se fue dando.

La reinvención profesional en estos tiempos de incertidumbre se ha vuelto un lugar común. ¿No te parece un concepto muy amplio y etéreo?

Déjame compartirte algunas experiencias que fueron fundamentales en mi proceso de reinvención. No puedes permitirte quedarte estancado, debes asumir la realidad. Necesitas tener ese rato de silencio contigo mismo. Pensar
cómo te visualizas, qué es lo que realmente quieres hacer, tus aciertos y aptitudes profesionales, identificar tus prioridades. Busca conocer la imagen profesional que tienen los otros de ti, cuáles creen que son tus principales talentos. A veces no somos capaces de reconocer nuestras habilidades y destrezas porque son tan naturales que no vemos nada extraordinario en ellas. Actúa, deja de lado las timideces y sal a construir tu red de contactos. Háblales de forma muy sincera, clara. Expresar tu vulnerabilidad ayuda a crear una empatía, aunque no siempre se logra. No es ir a llorar, pero si es importante tener esa honestidad y sinceridad que muchas personas no quieren mostrar. Esa cuota de humildad hace que avancemos, mientras poco a poco va surgiendo un nuevo plan.

La importancia de las habilidades blandas.

Para Glenda Umaña hay ciertas características de liderazgo que no se pueden perder de vista, pues aunque no son necesariamente las más evidentes marcan la diferencia. Son las famosas soft skills y es imperativo aprender a desarrollarlas.

Liderazgo y habilidades blandas. Suena a conceptos antagónicos, Glenda. Dame un ejemplo.

La comunicación auténtica es una de ellas. No es hablar y hablar, es más bien saber escuchar y crear empatía. No mediante discursos larguísimos con palabras pomposas e intelectuales para vernos más inteligentes. Suficiente. Estamos en una nueva era, necesitamos el storytelling. La sinceridad, las anécdotas, la conexión con la audiencia. Y por eso, desde nuestro liderazgo, tenemos que desarrollar y mantener en todo momento esa capacidad de
storytelling en nuestra comunicación para hacerla atractiva.

La flexibilidad también es fundamental. Cuando hay cambio de plan aunque hayas trabajado con gran dedicación, cuando se integran nuevos miembros al equipo. La pandemia nos enseñó muchísimo de eso, a tener esa flexibilidad en el manejo de la incertidumbre ya de por sí difícil de manejar. Es un músculo, que no importa el nivel y el cargo que tengamos, todos los seres humanos debemos controlar. Y ahí sobresalimos por nuestra capacidad para hacerlo.

Mencionaste la palabra vulnerabilidad. Y muchos la asocian exclusivamente con debilidad. ¿Debe un líder darse la licencia de sentirse vulnerable?

¡Sí! Tendemos a pensar que como líder tienes que mostrarte como el poderoso a quien nunca le ha pasado nada, el más fuerte. Y creo que hoy en día esta no es la fórmula. El éxito que tenemos en nuestras conferencias es precisamente cuando cuento la realidad. Yo inicio diciendo que estamos en un incendio, como los que hemos pasado con el covid-19 o en cualquier momento de la vida. Muchos se acercan con lágrimas en los ojos y me dicen ¨yo estoy pasando por un incendio¨. Se crea una empatía. Cuando tocamos fondo y somos sinceros eso nos hace mejores líderes, nos permite levantarnos con más facilidad para abrazar los cambios. La pandemia nos enseñó que necesitamos una gran dosis de humildad y un mayor espíritu de colaboración. Hemos visto profesionales que a todo nivel se han quedado sin trabajo y les toca empezar de nuevo. Quienes ahora están en altos cargos de liderazgo maravilloso porque tienen la oportunidad de apoyar a otros, pero que lo hagan con autenticidad. Para entender el significado de inclusión, diversidad, cero discriminación o apoyo a las mujeres tienen que escuchar y saber las historias de sus colaboradores. El liderazgo radica en esa autenticidad, en ese espíritu de colaboración. Hay que ser humanos.

Y Glenda Umaña ahora cómobvse ve ¿Qué ha incorporado a su proceso de liderazgo?

Totalmente diferente. Me he fortalecido enormemente. No me había dado cuenta de que, al comienzo de mi práctica profesional, fui discriminada por ser mujer y no supe ser asertiva. Confundía mi humildad con mi derecho de mujer. Si estaba en un set sólo el hombre entrevistaba y a mi me veían como un adorno. Me parecía muy mal pero no sabía expresarlo. He aprendido y ahora considero que tengo una misión de liderazgo ante otras mujeres
para cambiar esta realidad. Yo no soy una persona que le guste ir a pegar gritos de movimiento feminista, no
me parece que esa es la manera. Hay muchos hombres que me han dado mi lugar y me han permitido llegar hasta
donde he llegado. Mi esposo sacrificó su carrera por mí, por venirnos a EEUU para tener este desarrollo profesional y los dos compartimos responsabilidades familiares, las labores del hogar. Pero acabar con la brecha de desigualdad de género sigue siendo uno de los principales retos para esta sociedad y quiero ayudar a cambiar esa realidad. Soy
otra, me siento más arriesgada. Yo antes no estaba empoderada, ahora me atreví.