Reflexiones sobre el Desarrollo Sostenible
Hace trece años, recién graduado de la maestría en Gestión Ambiental, Grupo Puntacana me invitó a formar parte de su empresa como Director Ambiental de la Fundación. A pesar de una buena preparación académica y experiencia profesional, realmente no sabía nada sobre “desarrollo sostenible”, más que, como concepto, se trata de crear un balance entre diferentes industrias, las comunidades afectadas en sus alrededores y el medio ambiente local. Pero en el proceso de traducir lo teórico a la práctica, he aprendido algunas lecciones sobre turismo sostenible que pueden profundizar su implementación en diferentes empresas.
1. Desarrollo sostenible significa crear comunidades integrales
Un ejemplo de comunidad integral es Punta Cana, que durante los últimos 25 años ha tenido un crecimiento explosivo. La evolución de la región ha atraído capital de inversión, creando fuentes de empleo y fomentado oportunidades económicas amplias. Sin embargo, para atraer y mantener un turismo duradero que produzca esos beneficios, también es necesario proveer agua potable, manejar los desechos sólidos y los residuos de agua que se producen en los complejos turísticos; proteger los recursos naturales que atraen a los turistas (como los arrecifes, playas y bosques) y asegurar condiciones dignas para las personas que trabajan en la industria.
El desarrollo sostenible significa, no solamente proveer servicios para visitantes, es la creación de una comunidad integral donde esos beneficios son compartidos entre las empresas, comunidades y el medio ambiente. Esa realidad aumenta la responsabilidad que obligatoriamente tiene que asumir cada compañía, entidad pública y persona involucrada en la industria, para garantizar el éxito del destino en el largo plazo.
2. No existe una receta única para el desarrollo sostenible
Siguiendo con el ejemplo del turismo, hace poco tuve la oportunidad de visitar Rancho Baigüate en Jarabacoa. Me impactó la variedad de programas de sostenibilidad que tienen desde hace años: agricultura sostenible en la forma de permacultura, programas de educación ambiental con alumnos a nivel nacional y esfuerzos de restaurar los suelos y bosques de su propiedad y alrededores. Su compromiso con el turismo sostenible está claro.
Esa visita me confirmó que para lograr un turismo sostenible existe una diversidad de soluciones, dependiendo de la realidad de cada lugar y no hay una sola receta. El turismo de alta montaña, o de hoteles de baja densidad, enfrenta realidades diferentes que el turismo de sol y playa, o de destinos de mayor densidad. No existe una fórmula única de turismo sostenible que cubra todas las realidades de todos los destinos. Hay que celebrar esa diversidad de soluciones.
3.Compartir los éxitos, pero también los fracasos
Para muchas empresas, uno de los motivos más importantes para apoyar el desarrollo sostenible es mantener o mejorar su imagen corporativa. Estas se dedican a promover los logros de sus programas ambientales, aunque esa promoción solo es justificada cuando sean programas creíbles, y más aún si su experiencia puede influir en las decisiones de otras empresas turísticas o a otros destinos.
Sin embargo, raras veces las empresas están dispuestas a discutir o compartir sus experiencias negativas. Pero esa experiencia es también fundamental para evitar la replicación de errores o para identificar debilidades en ciertas prácticas y realizar mejoras y modificaciones. Un compromiso con el turismo sostenible requiere una visión que va más allá de una sola propiedad.