IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Combatiendo al enemigo llamado “promedio”

Ricardo Cañas

Ing. Civil con estudios especializados en alta gerencia y mercadeo

CEO de Sí Motivación de Impacto

 

Vivimos en un mundo de personas altamente capacitadas, con estudios especializados, conocimientos y acceso a todo tipo de información y tecnología, que los hace mucho más hábiles para desenvolverse a nivel laboral y personal. Sin embargo existe un denominador común, a todas las generaciones, a todos los tipos de personas con diferentes intereses, a los profesionales o no con distintos grados de estudios y especialidades, y eso es la necesidad de experimentar esa sensación de realización cuando vamos logrando nuestras metas. Quizás el motivo que les impulsa a superarse sea diferente, lo que los incentiva es distinto para cada quien, pero en todos está esa semilla interior que grita por salir del montón, hacer la diferencia, destacarse en algo y alcanzar el anhelado éxito. En mi experiencia motivando a la gente a la transformación de sus vidas, me he dado cuenta que hay muchas personas en las organizaciones, en todos los niveles, con buen conocimiento y capacitación técnica de lo que hacen, y algunos inclusive, con logros bastante significativos en lo que poseen en términos materiales o económicos. Pero de la misma manera aparece otro denominador común: a pesar de todo eso existe desmotivación, desinterés, desilusión, falta de propósito de vida y a veces una gran ausencia de felicidad. Ese es el promedio, allí se encuentra la gran mayoría de la gente. Quizás porque eso que tienen solo constituye un 10% de la razón para ser feliz en un ser humano. ¿Y el otro 90%? Tiene que ver con la mentalidad (lo que piensan sobre si mismos), actitud y nuestras relaciones humanas significativas.

Cómo entonces lograr una diferencia significativa en el desarrollo interior e integral del ser humano, que permita rescatar la motivación, volver a descubrir el propósito de vida por el cual haces lo que haces, recuperar la pasión y lograr ser una persona feliz por decisión, no a expensas de las circunstancias.  Dice el Dr. Galo Pozo Almeida que “no somos lo que parecemos ni lo que poseemos, somos lo que llevamos por dentro. Y mientras más y más crezcamos interiormente, más y más profundas serán las huellas que dejemos”. De eso se trata, de hacer la diferencia con lo que somos por dentro, al tomar el liderazgo de nuestra propia existencia, nos hacemos rodear y acompañar de gente clave, siendo personas que sumamos, dejando salir ese espíritu de servicio, y comenzado a vivir como si la vida fuera un deporte extremo: con pasión, adrenalina, entrega, amor, alegría, reto, deseos de ganar, salir de la monotonía y asumir un compromiso. Y esto se comienza a hacer con “baby steps”: saludar sonriendo, mirando a los demás a los ojos en vez del celular, hablando lo que suma y anima en vez de quejarse, iniciando el día con un beso, un abrazo y un saludo a mi gente en casa, ocupándonos de nuestra salud y bienestar físico. Es importante asumir los pequeños y grandes desafíos de cada día con la plena seguridad de que podremos salir adelante porque en nosotros habita un poder capaz de transformarlo todo, algo intangible e invisible, pero real. Ese poder nos permite conectar con la gente, nos lleva a que nos importe lo que sucede a nuestro alrededor, activa nuestra fe y esperanza. Logra que pasemos de un nivel de pensamiento en el que predominan los “no se puede”, “es muy difícil”, “es muy tarde para eso”, “estoy muy viejo / joven para lograrlo”, a otro nivel en el que nos movemos en pensamientos y acciones de “dime cómo puedo lograrlo”, “voy a atreverme”, “esta vez no se pudo, pero lo volveré a intentar”.  Allí nos diferenciamos del promedio por nuestras creencias y valores, que son las que dictan nuestras acciones y estrategias, y por tanto, los resultados de vida que obtenemos. Y sobre todo, que nuestro éxito tenga coherencia de vida. ¿Qué significa eso? Pues que si genuinamente te has ganado el reconocimiento de gerente del año en tu empresa, deberías también ganarte el de padre o madre del año en tu casa, o esposo / esposa del año para tu pareja. Quizás es tiempo de auto reflexionar, revisar y ajustar algunas cosas. Quizás todo el mundo no esté tan equivocado sobre ciertos aspectos a mejorar en nuestro carácter. Aún estás a tiempo, no es el fin hasta que te rindes, mientras sigas intentándolo siempre tendrás la oportunidad de conseguirlo, no estás solo(a), ni tienes que estarlo, recuerda que lo mejor de llegar a tu cima y alcanzar el éxito es tener con quien compartirlo. No se trata de que te compares con otros y les imites, se trata de que seas la mejor versión de ti mismo(a). Y esa posibilidad está dentro de ti, no depende de tus circunstancias. Eso es salir del promedio. ¿De dónde he sacado esto? Pues de salir adelante a los 9 años luego de un divorcio de mis padres, de ver como mi madre se suicidó cuando yo tenía 18 años, de presenciar un milagro cuando mi padre sobrevivió a un infarto masivo, de provocar otro milagro familiar luego de 21 años sin hablarme con mi familia y ahora la he recuperado, de sobrepasar crisis de todo tipo y continuar con mi pasión: revolucionar y transformar vidas. ¿Te atreves a aceptar el reto?

 

 

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(Combatiendo al enemigo llamado “promedio”)

Combatiendo al enemigo llamado “promedio”

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