IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Cultura digital está bastante extendida en la industria automotriz

En la INA, estamos impulsando diversas alianzas estratégicas entre nuestros asociados que desarrollan proyectos de electromovilidad, think tanks y fundaciones internacionales para lograr que la transición hacia las nuevas tecnologías requeridas por el mercado se lleve a cabo lo más rápido posible.

Armando Cortés Galicia es Director General de la Industria Nacional de Autopartes, A.C. (INA) desde junio de 2023, asociación que representa los intereses de más de 900 empresas en México.

Este especialista en la industria automotriz y de autopartes, cuenta con una trayectoria profesional de más de 15 años en los sectores público y privado transnacional. Además de su posición actual en la INA, se ha desempeñado como consultor de Estrategia y Negocios Internacionales brindando asesoría en comercio exterior, especializándose en los requerimientos de exportación e importación en diferentes mercados de Latinoamérica, África y Reino Unido.

En Factor de Éxito conversamos con este licenciado en Economía, que además cuenta con estudios de maestría en Prospectiva Estratégica por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y un diplomado en Innovación Gubernamental por la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de Harvard University, para que nos dé su visión del sector que representa.


Cuéntanos sobre tu trayectoria profesional, desde tus inicios hasta esta reciente responsabilidad que acabas de asumir como Director General de la INA. ¿Qué experiencias y aprendizajes destacados has cultivado para gerenciar en ese sector de una manera tan exitosa y llegar ahora a este cargo?

He tenido la satisfacción de colaborar en la industria automotriz desde hace 15 años, cuando empecé mi carrera en Chrysler de México. En aquel entonces, México ya había establecido las bases de una industria competitiva y abierta al mundo, por lo que tuve la fortuna de formar parte del equipo de la empresa que atrajo al país los proyectos de manufactura del Fiat 500 y de la RAM ProMaster. Posteriormente, aprovechando en aquel entonces la reciente creación de ProMéxico como el organismo promotor de inversiones de la Secretaría de Economía federal, fui invitado a crear un área específica de atención al sector automotriz, período en el que México vivió uno de los momentos más prolíficos en atracción de proyectos automotrices. En ese lapso, estuve muy involucrado en los proyectos de las nuevas plantas de manufactura de Audi, BMW, Toyota y KIA en México, así como en el establecimiento y crecimiento de los centros de ingeniería avanzada de numerosas empresas del sector que vieron en México el potencial de desarrollar proyectos de alto valor agregado. Un poco más adelante, participé en el diseño de la estrategia financiera y de mercado de Trade X para México y América Latina, una startup canadiense dedicada al comercio electrónico de vehículos B2B.    

Creo que el principal aprendizaje a lo largo de mi experiencia en el sector es la importancia de la colaboración y el trabajo en equipo. La industria automotriz requiere del trabajo coordinado y comprometido de toda una serie de eslabones sin los cuales el ensamble de un vehículo es imposible. La coordinación entre los diferentes niveles de proveeduría, T1, T2 y T3, principalmente, es fundamental para mantener la competitividad de la industria. También, se requiere de una intensa colaboración regional entre México, EE. UU. y Canadá. Un proceso de la industria de autopartes puede requerir que un componente viaje entre los tres países hasta cinco veces antes de ser incorporado a un vehículo final.  

Por lo anterior, considero que mi llegada a la Industria Nacional de Autopartes INA, es una inmejorable oportunidad para consolidar la fortaleza de la cadena de proveeduría automotriz en México y agregar valor en el ámbito de la transición a nuevas tecnologías como la electromovilidad, sistemas avanzados de conducción, y también en proyectos de capacitación técnica y superior, considerando que el capital humano sigue siendo la parte central de nuestra industria. 

Como estratega empresarial en la industria automotriz y de autopartes, seguramente has liderado la implementación de innovaciones en diversos aspectos de la industria, tanto el sector público como privado en tus diferentes etapas. ¿Cómo logras fomentar una cultura de innovación dentro de las organizaciones y asegurarte de que todos los miembros del equipo participen activamente en el proceso?

La gran ventaja de la industria automotriz y de autopartes es que la innovación es parte esencial de su cultura. Las certificaciones en materia de calidad, las regulaciones de diferentes países a los que llegan los vehículos, y la alta exigencia de los mercados, hacen que constantemente se tengan que mejorar no sólo los procesos productivos, sino los sistemas de gestión y el liderazgo que conllevan, impulsando siempre una cultura de innovación de forma orgánica.

No obstante, los cambios tecnológicos acelerados, vinculados por ejemplo con el incremento de componentes electrónicos y la disminución de componentes metalmecánicos en la industria, hacen necesario que el liderazgo se enfoque en la adaptabilidad al cambio, en la resiliencia de los equipos de trabajo. Y para lograrlo, es necesario involucrar activamente al equipo en la toma de decisiones, aprovechando las fortalezas de cada uno de sus integrantes, y siempre abordando los retos de manera colectiva y con la búsqueda de resultados concretos.

Sin duda, la mejor forma de impulsar la participación es reconocer que como equipo se pueden obtener resultados muy superiores que trabajando de forma individual, respetando las diferencias de cada uno, escuchando, abriendo espacios para el debate y manteniendo siempre un alto estándar de exigencia en cuanto a resultados, y este espíritu es el que buscaré promover en la INA.


La gestión de talento es esencial para crear equipos de trabajo excepcionales. ¿Qué atributos buscas al formar un equipo y cómo garantizas la sinergia entre la transformación digital, inteligencia artificial y las habilidades humanas para obtener un desempeño óptimo?

Me parece que más que gestión de talento, quizá un término más preciso es potenciación de talento. El liderazgo tiene que ver con impulsar lo mejor de nosotros mismos, con la energía de alcanzar aquello que al principio se estimaba irrealizable. Es una invitación a trabajar con mayor entusiasmo e intensidad, a partir de aprendizajes colectivos provenientes del equipo. Para ello, es muy importante contar con talento, una formación académica sólida y disposición para aprender en un entorno cambiante y competitivo. En este sentido, como ya lo he comentado, creo que la principal habilidad humana hacia el futuro es la resiliencia, la capacidad de adaptarse exitosamente a nuevas realidades.

La revolución digital y la inteligencia artificial son poderosas herramientas que pueden abrirnos nuevas perspectivas de las cosas. Más que amenazas, considero que son oportunidades siempre y cuando estemos comprometidos con la excelencia en todo lo que hacemos. En la industria de autopartes, estos tres componentes, transformación digital, inteligencia artificial y capital humano, son esenciales para garantizar su competitividad y, por lo tanto, en la INA los tenemos en cuenta en todo momento.

La transformación digital implica cambios tanto en la estructura de las empresas como en la mentalidad de los colaboradores. ¿Cómo enfrentar las resistencias al cambio y qué consejos darías a otros líderes para asegurar una transición fluida hacia lo digital?

Creo que afortunadamente la cultura digital está bastante extendida en la industria automotriz. Al ser una industria de vanguardia, los avances relacionados con la transformación digital tienen ya varios años de ser un estándar en la industria. Recordemos que la transformación digital potencia el trabajo colaborativo y acelera el flujo de información al interior de la organización y hacia todo el ecosistema en el que opera una empresa, por lo que facilita la interacción con los proveedores, por un lado, y con el mercado por el otro.

Desde mi punto de vista, la transformación digital amplifica el talento existente en una organización, más no lo crea. Es decir, la selección del equipo de trabajo continúa siendo el principal componente que todo líder debe tomar en cuenta a la hora de enfrentar los retos de su empresa. En mi experiencia, una manera de distinguir el talento es a través de la capacidad de las personas de observar, de escuchar, de adaptarse al cambio, y de saber utilizar las tecnologías digitales para llegar más rápido al objetivo y trascenderlo.

En la era de la transformación digital, la colaboración entre empresas y alianzas estratégicas son fundamentales para el crecimiento y la expansión. ¿Cuál será su enfoque desde la responsabilidad que ahora tienen con la INA para generar alianzas exitosas entre empresas y qué recomendaciones darías para establecer relaciones duraderas y beneficiosas?

Como parte del programa de trabajo en la INA, estamos impulsando diversas alianzas estratégicas entre nuestros asociados que desarrollan proyectos de electromovilidad, think tanks y fundaciones internacionales para lograr que la transición hacia las nuevas tecnologías requeridas por el mercado se lleve a cabo lo más rápido posible. También, participamos activamente en mesas de trabajo convocadas por el gobierno federal que buscan fortalecer las cadenas de proveeduría en México aprovechando la tendencia actual de relocalización de varias empresas desde Asia y el este europeo hacia el país.

Pienso que la mejor manera de establecer relaciones duraderas y beneficiosas es que se tenga claridad en cuál es el objetivo por alcanzar – en nuestro caso, la transición exitosa de nuestros asociados hacia la electromovilidad y los sistemas de movilidad avanzados - y un programa de trabajo que detalle con toda precisión cuáles son los hitos que hay que cumplir, y los plazos establecidos para lograrlo. El valor que agrega cada una de las partes involucradas en un proyecto debe hacerse patente en todo momento, y debe haber capacidad del equipo para evaluar los avances y corregir el rumbo de ser preciso.