Jenniffer Pérez Bernard, presidenta ejecutiva de Banco Activo, tiene más de dos décadas de experiencia en el área financiera y cuenta que algunos de los obstáculos que enfrenta la mujer que aspira a posiciones de liderazgo son: falta de apoyo, las mujeres pueden enfrentar barreras para acceder a oportunidades de desarrollo; falta de modelos a seguir, la falta de mujeres en puestos de liderazgo puede hacer que sea difícil para otros mujeres imaginarse en esos roles; la comparación continúa con otros hombres y el ser juzgadas negativamente por comportarse de una manera que no cumple con el estándar esperado; y la discriminación de género que, a veces, se hace evidente en una contratación, una promoción o en asignación de tareas.

“En general para que una mujer pueda alcanzar el liderazgo es necesario trabajar en un entorno más inclusivo, eliminar los prejuicios y fomentar el apoyo y desarrollo de las mujeres”, afirma.

Para ella, el liderazgo no es una cuestión de género sino más bien de habilidades y cualidades que se adquieren a través de la educación la experiencia y la práctica. Sin embargo, expresa que el liderazgo femenino tiene un efecto transformador ,“ya que la mujer tiende a centrar sus esfuerzos en inspirar y motivar para que se logren objetivos significativos y sobresalientes a largo plazo, fomentando la creatividad, la innovación y el desarrollo personal y profesional de quienes lidera”.