Trabajar para la gente y por la gente
Desde Abaco Advisory, organización fundada por ella, trabaja con diferentes organizaciones, con el foco en la mejora de la calidad de vida de las personas.
Gavriela Suárez es una profesional dominina, multidisciplinaria con base en la Licenciatura en Ciencias Económicas, Maestría en Economía y Finanzas, y ha orientado su experiencia en la gestión de proyectos sociales y gubernamentales.
En 2009, junto con la Unión Europea y la Oficina de Estadísticas de República Domincana, trabajó en el desarrollo del Sistema Nacional de Indicadores de la República Dominicana, SINID, y en el Pacto Nacional de Reforma Educativa de República Dominicana (2014-2030). Además, ha desarrollado múltiples proyectos a favor de la mejora de la educación de calidad para los dominicanos, a través de EDUCA y Amigos de Educa, y por la educación financiera para todos con ABACO, organización fundada por ella.
Durante su carrera ha podido trabajar con múltiples empresas y organizaciones en Europa, América del Norte, América Latina y el Caribe, experiencias que señala la han fortalecido como profesional.
Ha formado parte de organizaciones sociales como voluntaria de la Orden de Malta en España y como Presidenta del Club Rotaract en República Dominicana 2014, sirviendo a comunidades, jóvenes profesionales, niños, mujeres, adultos mayores y personas sin hogar. Expresa que su pasión es “trabajar para la gente y por la gente. En todo lo que hago, procuro que tenga un elemento que impulse el desarrollo del individuo, debe de estar conectado con un propósito que permita mejorar la vida de los demás, eso es lo que me mueve a seguir trabajando”.
Un tema que la motiva es el empoderamiento a las mujeres jóvenes, a través de herramientas gratuitas que ofrece su organización, para así ayudarlas a obtener independencia financiera.
“Soy abanderada de la lucha por la equidad género, brindando a hombres y mujeres los recursos y oportunidades, tomando en cuenta las condiciones de cada uno, y creo que si esta lucha es conjunta, poco a poco podremos derribar los mitos que existen contra la visión feminista, que esto no es un asunto de algunos, es de todos”, afirma Gavriela.
Actualmente, desde la Gran Manzana, Gavriela está desarrollando una estructura de modelo de referéndum para empoderar a los grupos minoritarios, impulsándolos a alcanzar sus objetivos con un enfoque realista del Sueño Americano, a través de historias de personas reales que crean su propio camino hacia el éxito, utilizando datos y voces reales de estos héroes silenciosos.
“Desde Abaco Advisory, las organizaciones con las que me involucro, los voluntariados que realizo, cada accionar debe estar atado a ofrecer un bien mayor a los demás, iniciativas personales, para el bien público, con foco en la mejora de la calidad de vida”.
¿Cómo ha sido la experiencia, qué podría resaltar de sus años en la Gran Manzana?
New York, significa una mezcla de emociones casi todo el tiempo. Amas sus paisajes fotográficos, disfrutar de todas las estaciones del año, la accesibilidad del transporte público, los descuentos en las tiendas y el choque cultural inmenso que probablemente no se repita en ninguna otra ciudad del mundo.
En la segunda etapa, ya comienzas a tener el impacto de realidad, rentas costosas, espacios pequeños, el rush de las mañanas cuando los trenes se quedan varados, lo duro que toca trabajar para llevar una vida meramente cómoda, aprendes del pluriempleo, ya los fines de semana pueden ahora ser los martes o los jueves porque existen turnos de trabajo fines de semana, entiendes como es el sistema y comienzas a montarte en la ola para no ser atrapada en ella.
New York, es encantadora y ofrece muchísimas oportunidades para que una se vaya labrando su propio camino. Tiene muchos programas para el impulso de las pequeñas empresas, para el desarrollo de grupos migrantes, impulso de la mujer, entre otros. Incluso, es con uno de estas herramientas que comienzo a desarrollar mi empresa, que en paralelo me ha permitido desarrollar un modelo con el uso de estadística y tecnología, que permite reforzar las capacidades monetarias para empoderar a jóvenes y mujeres para obtener un crecimiento financiero sostenido.
¿Cuál considera ha sido el mayor desafío de su migración?
La movilidad humana siempre ha traído consigo cambios orgánicos y estructurales en el ámbito socioeconómico; sin embargo, la desvinculación familiar creo que es uno de los desafíos más espinosos de atravesar, no contar con el apoyo cercano de tus padres, amigos y allegados y adaptarte a unos cotidianidad nueva sin el respaldo de tus seres queridos, es un reto que muchas veces pareciera que la rutina silenciara, pero que se añora en cada circunstancia de la vida.
¿En qué consiste su trabajo en el Consulado General de la República Dominicana en Nueva York?
Mi paso por el Consulado inicia con una firma de acuerdo entre Educa, Acción Empresarial por la Educación y el Consulado, desde donde apoyamos el desarrollo de programas y proyectos para la ventanilla de la comunidad y educación.
De ahí paso a trabajar en procesos técnicos más internos con la institución y me integro dando soporte con organizaciones como la CLACNY (Coalición de Latinoamericana de Consulados en NY), SOFC (The Society of Foreign Consuls in New York) y proyectos del despacho.
El Consulado tiene como enfoque principal el Empoderamiento y vinculación con la diáspora, mediante el cual se trabajan estrategias de inserción laboral, cursos de inglés como segundo idioma, talleres de capacitación técnica y profesional, programas de becas y fortalecimiento de las capacidades cívicas, con el objetivo de fortalecer el rol de los dominicanos en el exterior en el país que nos acoge.
Tiene experiencia en empresa privada, ONGs y ahora en un ente gubernamental, ¿en cuál de las tres áreas siente que puede marcar la diferencia? ¿Por qué?
Si bien, he tenido la oportunidad de servir a estos tres sectores por más de 15 años e incluso colaborar en proyectos y programas impulsados por el BID, Unión Europea y USAID, con experiencia laboral en España, Estados Unidos y América Latina, puedo decir que desde cada uno se puede lograr un impacto importante para la sociedad, el sector privado, la sociedad civil y el estado son en cualquier país pilares fundamentales para crear la sociedad que queremos y necesitamos.
Desde cada sector se puede generar cambios contundentes que beneficien a las generaciones actuales como a las futuras, ahora bien, lo que si debe cambiar es el diálogo entre los tres sectores, porque el trabajo enfocado hacia la misma dirección rendiría unos resultados posiblemente más allá de lo incluso estimado, es hora de tomar más en serio la importancia de las asociaciones público-privadas y actualizar el marco de referencia sobre el desarrollo nacional y tomar acciones decisivas hacia las reformas necesarias que precisa el país.
Construir el país que queremos, requiere del esfuerzo mancomunado de todos, que el compromiso vaya más allá de los planteamientos y las ganas de hacer las cosas, que se traduzca en acciones sostenidas en el tiempo, ya que, el verdadero cambio inicia con resultados.