Actualmente, se desarrolla el Plan Energético Nacional (PEN) que plantea el esquema de abastecimiento del 100 % de la energía en el corto y largo plazo en el país

Con una destacada trayectoria en el sector eléctrico dominicano, el ingeniero Edward Antonio Veras Díaz, fue nombrado como director ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE) en el año 2020, un cargo que ha asumido con el objetivo de trabajar para alcanzar las reformas necesarias y lograr un sistema energético eficiente.

Veras Díaz es graduado de Ingeniería Electromecánica, mención Eléctrica, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), con un Máster en Matemática Pura de esa misma universidad. Posee estudios complementarios de Gestión y Evaluación de Proyectos (PMI), Gestión por Procesos, Gestión por Indicadores, Modelación Estadística Aplicada, Operación de Sistemas Eléctricos de Potencia, Mercados Eléctricos, Calidad (ISO 9001), Optimización, entre otros.

Además, durante 11 años laboró en el Organismo Coordinador del Sistema Eléctrico Nacional, en la operación del Sistema Eléctrico de Potencia, gestionando proyectos y procesos concernientes a la reprogramación de la operación, evaluación de la gestión de data a distancia, mejora de la información reportada, implementación de protocolos de control, entre otros.

También es catedrático de la Escuela de Matemática de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), es coautor de destacadas publicaciones relacionadas a las matemáticas y al sector energético; y se ha destacado por ser charlista y consultor en diferentes congresos y eventos sobre el mercado eléctrico, tanto a nivel nacional como internacional.

En entrevista para Factor de Éxito, brindó un gran panorama sobre los importantes retos que el sector energético de la República Dominicana tiene en la actualidad y, además, conversó sobre las grandes responsabilidades, así como los mecanismos que está implementando el Estado para lograr fortalecer los conceptos de sostenibilidad y sustentabilidad.

“Actualmente, en el escenario mundial, el concepto de independencia energética se plantea de manera muy individual y está atado a las políticas públicas de cada país en particular. En nuestro país, el Ministerio de Energía y Minas es la institución llamada por ley a ejercer el liderazgo en la política energética nacional, bajo el entendido de los preceptos fundamentales de: abastecimiento de la demanda de energía, de viabilidad financiera de la inversión en proyectos de energía y la transición energética como mecanismo de transformación de las principales fuentes de energías a una matriz más amigable con el medio ambiente, afirma Veras.

En ese contexto, señala que el Estado dominicano ha tomado el carácter y la responsabilidad de incorporar mecanismos transparentes y equitativos, plasmados en la normativa vigente para otorgar, a través de las empresas de distribución, contratos de compra y venta de energía a fuentes renovables y convencionales, de acuerdo con los preceptos, técnicos, económicos y medioambientales.  

¿Cuál es el estado del sector energético en República Dominicana en la actualidad?

El sector energético nacional se encuentra inmerso en un proceso de transición, en el cual priman varios ejes fundamentales:

• El primer eje versa en el cambio de la matriz energética, migrando en primera instancia a un combustible de transición, en este caso el gas natural, que permita mayor inserción de fuentes renovables de energía, teniendo como objetivo primario el 100 % de abastecimiento de la energía.
• El segundo eje, muestra la expansión de la transmisión de energía eléctrica a todas las regiones del país, con el objetivo de abastecer la demanda de forma efectiva y eficiente, y a la vez, aprovechar todas las posibles fuentes de producción de energía y que esta sea entregada a las zonas de grandes niveles de consumo.
• El tercer eje, trata sobre las oportunidades de mejora pendientes en el cierre financiero de las empresas de distribución, sin dejar detrás una nueva regulación sobre el uso eficiente y racional de la energía y movilidad, como elementos esenciales para la transición energética.

¿Cuáles son las grandes oportunidades y los retos de la industria?

Una gran oportunidad que tenemos es la ubicación geográfica. Desde el centro del Caribe tenemos la opción de convertirnos en un centro logístico para la comercialización de gas natural, que tenga la capacidad de almacenar y distribuir a otras islas del Caribe y Centroamérica.

En el largo plazo, puede ser una utilidad adicional que se presente en la futura terminal de Manzanillo. Por igual, nuestro clima nos permite una gran producción de energía a partir de fuentes renovables, para apostar a una integración mayor a los compromisos asumidos ante organismos internacionales.

Sin embargo, nuestro gran reto es el modelo de integración a nuestra red, principalmente incorporando los elementos técnicos y económicos del uso de almacenamiento, en baterías, hidrógeno y otras tecnologías.

¿De qué forma se está garantizando la seguridad energética?

A través del Plan Energético Nacional (PEN), el cual plantea el esquema de abastecimiento del 100 % de la energía en el corto y largo plazo. Además, la existencia de una segunda terminal de gas natural en Manzanillo, en conjunto a futuras infraestructuras de transporte del insumo, nos permite contar con una mayor seguridad del abastecimiento a los grandes centros de generación.

En otras oportunidades, Veras ha destacado que este plan debe ajustarse a las situaciones financieras mundiales, como por ejemplo lo que está pasando con el petróleo, el gas natural y el carbón mineral a nivel global.

En relación con la región, ¿cómo se encuentra República Dominicana en materia energética?

En los últimos 20 meses, República Dominicana se ha convertido en un destino estratégico para las inversiones en energía. Esto debido a las políticas públicas implementadas para la agilización de trámites, equidad, transparencia y capacidad que tenemos como país de convertirnos en un ‘hub’ de comercialización de gas natural, así como la capacidad de producción de energía renovable que podemos ofertar en todo el territorio.

Son muchos los proyectos que inician los procesos de análisis y estudios para instalar parques de energía renovable y convencional, cuya ejecución atrae inversión extranjera directa a la economía nacional.

En cifras, ¿cómo se encuentran las metas de energía renovable en República Dominicana?

La Ley 57 – 07 nos coloca una meta de lograr la integración de un 25 % de energía renovable no convencional al SENI al año 2025. Por igual, acuerdos internacionales nos plantean entre un 27 % y un 30 % de integración al 2030.

En la actualidad, estamos abasteciendo el 12 % de la demanda en base a fuentes renovables, tanto en proyectos a gran escala, como en generación distribuida. Al mes de junio, se registra el inicio de construcción de 11 grandes centrales de producción renovable, 9 fotovoltaicas y 2 eólicas. De completarse ese proceso, estaríamos aportando un 18 % de la matriz de generación en el tercer trimestre del 2023.

Otros 12 proyectos se encuentran muy avanzados en la permisología y una cantidad mayor, realizan estudios, análisis y prospecciones. Este camino garantiza el cumplimiento de las metas trazadas a principio de gestión.