En República Dominicana generamos recursos para mitigar el cambio climático

Según el representante de la industria minera, cada vez se perfeccionan los procesos que minimizan el impacto ambiental y, además, se generan planes gerenciales para garantizar la ejecución de dichos compromisos

 

Con 35 años de experiencia asistiendo a la industria minera a resolver problemas ambientales, Miguel Díaz se ha desarrollado como experto en Drenaje Acido de Minas (ARD), caracterización de desechos (sólidos y líquidos), evaluación del impacto socio-ambientales con normas del IFC/Principios Equator, planeamiento de cierre y debidas diligencias de fusiones y adquisiciones.

Esta experiencia le ha permitido proponer soluciones que toman ventaja de la fortaleza de las opiniones técnicas mientras que, al mismo tiempo, minimizan las limitaciones de la tecnología actual. También posee una amplia experiencia en la evaluación de las implicaciones de las rutas de procesamiento de oro en términos de efluentes sólidos, líquidos y gaseosos.

Además, ha sido gerente de proyectos ambientales y de investigación, envolviendo una variedad de metales y equipos multidisciplinarios, con diferentes culturas y países, con duración de dos a tres años. Ha trabajado en veinte diferentes países de Europa, África y América Latina y, a través de estudios así como labores de corta y larga duración, ha desarrollado capacidades y habilidades muy diversas, incluyendo un buen entendimiento de las diferentes perspectivas de las partes interesadas (stakeholders), clientes y equipo de trabajo, con diferentes culturas.

Fue director técnico, líder del equipo ambiental en Amec Foster Wheeler (hoy Wood PLC) basado en Ashford, Kent, Reino unido, hasta octubre 2015. Desde su retorno a Santo Domingo en noviembre del 2015, trabajó en la función de Director de Permisos y Cumplimiento para el proyecto de remediación ambiental – Presa de Colas Las Lagunas. También fue presidente de la Sociedad Dominicana de Geología (SODOGEO) desde abril 2016 hasta agosto 2020. A partir de agosto 2020 se ha desempeñado en el cargo de viceministro de Minas, del Ministerio de Energía y Minas.

Para el ingeniero, no existe una tradición minera en la Republica Dominicana y desde el ente que representa, están trabajando arduamente para impartir conocimientos sobre la industria minera de tal forma que el ciudadano pueda entender el porqué de la importancia de este sector.  También a través de la Iniciativa para la Transparencia de la Industria Extractiva están publicando datos auditados de los impuestos pagados al fisco dominicano y también están trabajando en la modificación del marco regulatorio del sector para generar un marco ajustado al siglo 21.

A nivel personal, ¿qué representa para usted estar frente al sector minero y velar por la ejecución de una minería responsable en el país?

Es un honor para mí, poder aplicar los conocimientos ganados a través de mis 35 años de experiencia en Europa, África y Latino América trabajando en diferentes proyectos mineros que siempre requieren un entendimiento y gerencia de todas las partes interesadas. A través de mis conocimientos creo que puedo contribuir con perspectivas y enfoques que permitan resolver los problemas que el sector enfrenta.

¿Cuál es el estatus de los recursos mineros en la República Dominicana?

La República Dominicana tiene un potencial extraordinario que apenas empezamos a explorar.  La mitigación al cambio climático requiere una transición energética que demanda, en algunos casos, multiplicar la producción de minerales y metales tales como el cobre, níquel, tierras raras, litio, aluminio, entre otros, en muy corto tiempo si vamos a lograr el cero neto de emisiones. 

Nuestro país produce cobre y níquel, y tiene buenos indicios de Tierras Raras (aquellas en las que abundan riquezas como el oro, cobalto y vanadio, entre otros elementos químicos que mezclados con acero son utilizados en mecanismos de transmisión o tienen propiedades magnéticas).

Considerando que estamos clasificados como unos de los países más vulnerables al cambio climático, la industria puede contribuir a la producción de estos metales y al mismo tiempo generar recursos para mitigar ese cambio que, desafortunadamente, lo que está en discusión no es si va a pasar; pero  sí la severidad de este.

¿Cómo se planifica y ejecuta la política medioambiental dentro de la industria minera de la nación?

Todo proyecto minero tiene que hacer un Estudio de Impacto Ambiental siguiendo los términos de referencia fijado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MIMARENA).  Como resultados de ese estudio el proyecto minero asume compromisos ambientales para minimizar su impacto y se generan planes gerenciales para garantizar la ejecución de estos compromisos.  Cada seis meses, MIMARENA chequea que estos compromisos se están cumpliendo.

¿De qué forma considera que podría enseñarse el cuidado al medioambiente, la sostenibilidad y sustentabilidad en los estratos más bajos de RD?

Nuestros programas “Aula del Saber Minero”, “Cultivando Agua Buena” ente otros, son ejecutados por el Ministerio de Energía Minas cuyos objetivos son precisamente los arriba enumerados.  Por ejemplo, el año pasado el programa, Aula del Saber llevó más de 40 presentaciones a las comunidades mineras para dar conocimientos sobre los aspectos enumerados, entre otros.

¿Cuáles son las perspectivas de la industria minera en el país a mediano plazo?

Durante el año 2020, el sector minero contribuyó unos $22,200 millones al fisco, esto es unos $14,000 en exceso de la contribución presupuestaria esperada para ese año.  Este dinero facilitó la campaña de vacunación del 2020 que permitió reactivar la economía en el 2021. 

En el año 2021, el sector minero contribuyó unos $25,000 millones al fisco. De aprobarse los proyectos propuestos, podríamos predecir que este nivel de contribución se podría por lo menos mantener por los próximos 20 años y si el superciclo de materias primas comienza, entonces, la contribución podría ser mucho mayor.  Vale la pena notar que la industria minera crea empleos dignos, formales y de buen sueldo además de contribuir al desarrollo de las comunidades

¿Qué protocolos desarrollan ante los índices de fatalidad en las minas, como por ejemplo, el caso de la mina de Larimar?

La minería artesanal, desafortunadamente, tiende a tener índices de fatalidad más altos que la minería de mayor escala. En el caso específico de la Mina de Larimar estamos en un proceso de rehabilitación en dos fases, una fase inicial que envuelve trabajos civiles para mejorar la planta física (oficinas, comedores, planta sanitaria, vestidores y mejor control de acceso a la mina) para mantener un equipo permanente de técnicos asesorando y chequeando las operaciones mineras y una fase dos para darle respuestas a los retos geotécnicos que este tipo de minería presenta. 

 

¿Cómo podría describir sus más de 27 años de trayectoria dentro de la industria minera y qué momento de esta experiencia podría destacar?

En estos 35 años de trabajo continuo en la industria minera, pasé de ser un especialista en Drenaje Acido de Minas (ARD) y caracterización de desechos (sólidos y líquidos) a evaluación del impacto socio-ambientales con normas del IFC/Principios Equator, planeamiento de cierre de minas y debidas diligencias de fusiones y adquisiciones.

He participado en diferentes roles en más de 60 proyectos mineros, pero los dos proyectos de los cuales me siento orgulloso son, en primer lugar, la línea de base de calidad de agua en la Sierra de Carajás en la selva de la Amazona que realicé para la compañía Vale en Brasil y, en segundo lugar, haber escrito el capítulo de como evaluar los desechos mineros en el libro “The Hudraulic Transport and Storage of Extractiva Waste – Guidelines to European Practice”.

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