El arte de hacer paellas
Sabor tradicional y decoración colorida son los elementos que caracterizan las conocidas paellas que Arturo Yzaguirre cocina en las experiencias gastronómicas de su servicio de catering.
Arturo Yzaguirre, venezolano nacido en Acarigua, estado Portuguesa, afirma que de su lugar de origen viene la originalidad con que cocina y decora sus paellas. Desde pequeño nació su pasión por la cocina. Cuenta que su padre era un excelente cocinero: “Cuando niño me despertaban los olores de comida en mi casa, y permanecían desde que me levantaba hasta que me dormía. Mi papá era un cocinero a otro nivel porque hacía comidas de todo tipo de países”. Con el tiempo desarrolló las técnicas e incorporó otros condimentos y, con su vecino y mentor, aprendió a cocinar los arroces que hoy día le han llevado a ser reconocido en todo el estado de Georgia como Arturo Paella.
Tras 20 años en los Estados Unidos, Arturo dice que su negocio tomó auge durante 2019 y 2020, previo al COVID-19; luego, la necesidad de reinventarse dio otro impulso a su emprendimiento. ”Aquí estoy, en Atlanta que es una gran ciudad, trabajando, dando lo mejor que yo puedo hacer, que es cocinar mis paellas”.
En la ciudad que todo el mundo identifica con Coca-Cola y CNN, Arturo ofrece una experiencia en vivo con su servicio de catering, donde cocina para los comensales sus famosas paellas. Reconoce que el mayor desafío que enfrenta es cuando debe cocinar volúmenes grandes: “Cocinar delante de 100 o 300 personas, bien sea en una sola paellera o en tres paellas simultáneamente, no es fácil, porque te enfrentas más que nada al público, al cliente. En un Restaurant, saca las mismas cantidades de comida pero nadie está viendo el nivel de estrés, los regaños dentro de una línea de trabajo. Pero para un evento como los que yo hago, tienes que lograr sacar toda la comida y que la gente al frente tuyo te vea la mejor cara”.
Muchos se asombran por el arte con el que decora sus paellas y las califican como mandalas gastronómicas por sus colores y formas. Su secreto: “En un cuaderno o en una cartulina dibujo un círculo grande y empiezo a diseñar cómo me gustaría decorar la paella. La práctica previa es muy importante y después tu cerebro empieza a hacer magia y a crear. Primero, los pimentones, los pimientos… y así empiezo”.
Ha llegado a cocinarle a celebridades y considera que el verdadero éxito no es el dinero sino ver la satisfacción de cada uno de sus comensales cuando disfrutan de sus creaciones. “Cuando te abraza un cliente porque la comida quedó excelente, cuando te escriben cosas bonitas porque lo que están comiendo está bueno, para mí realmente ese es el verdadero éxito”.
No descarta abrir su propio restaurante, pero sin abandonar el negocio del catering: “no abandonaría el estar en público, ya que es algo demasiado gratificante”, concluye.