IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Estados Unidos está obligado a pagarle a México

El Título 42 que durante tres años impidió la entrada de migrantes a Estados Unidos, expirará a las 11:59 de la noche del miércoles - a partir del jueves a las 12:00 de la madrugada, en teoría, todos los migrantes que lleguen hasta las puertas de Estados Unidos podrían entrar a pedir asilo.

Pero recuerde que esa es solo teoría. La realidad es que las puertas de Estados Unidos están cerradas y tienen un enorme cerrojo.

Esa situación ya tiene años creando, en la frontera norte de México, una dramática crisis humanitaria. Cientos de miles, que no pueden entrar se quedaron varados en México y los que entraron y no califican para quedarse en Estados Unidos, serán devueltos a territorio mexicano a partir de la próxima semana.

La demanda de asilo migratorio es del mundo entero. Ya no son solamente salvadoreños y venezolanos. Hoy son rusos, chinos, hindúes, brasileños, colombianos; es gente del mundo entero que le creyó al presidente Joe Biden cuando en enero del 2021 dijo, que su gobierno le abriría las puertas, a todos los que vinieran con el sueño americano de inmigrar.

Esta declaración hecha sin sopesar las consecuencias creó una crisis de por lo menos 3 millones de inmigrantes.

El Sándwich migratorio

Para llegar del sur a la frontera estadounidense por tierra, hay que pasar por México, y eso convirtió al territorio mexicano en el jamón en medio del sándwich, y la mostaza que le pusieron para disfrazar el sabor podrido del jamón, ya desde años se hizo rancia también.

México no debería tener nada que ver en este asunto, pero como Estados Unidos necesita de un sitio donde poner lo que no quiere, en dónde creen ustedes que están habilitando ese lugar.

¡Exacto! El sándwich podrido le tocó a México.

El socio conchudo y aprovechado

En cualquier relación de negocios entre socios, el que causa una crisis tiene la obligación de participar en todo lo que los otros socios hagan para ayudarle, mientras temporalmente, se alivia el problema.

Pero si el socio en lugar de trabajar con nosotros en el manejo de la crisis y sobre todo, si no nos compensa por nuestros esfuerzos y nuestros gastos para ayudarle, y nos paga solamente con sonrisas, eso significa que más que trabajar con nosotros, nuestro socio y amigo, nos está viendo la cara. Claramente las cosas no están funcionando,

Nuestro socio y amigo, es en este caso, el país más rico de todo el planeta. ¿No cree usted que alguien le debería enviar una factura por cada migrante frustrado que no entra a Estados Unidos y que tiene que quedarse en México?

Sepa usted que cerca de 65,000 migrantes están ya acumulados en Ciudad Juárez, otros 35,000 en Tijuana y miles más en otras ciudades y pueblos del lado mexicano. Además, recuerde que es una enorme frontera que los dos países comparten a través de 3,152 kilómetros de largo.

Desde que esta crisis migratoria empezó, la prensa estadounidense en inglés y en español ha intentado calcular cuántos aspirantes a migrantes a Estados Unidos se han acumulado en las ciudades y los pueblos de los dos lados de la frontera. Esto tiene varios años ocurriendo y nadie sabe aún cuántos son. La razón es que estas cosas, son los gobiernos quienes las hacen. Y en este caso ninguno de los dos gobiernos interesados se ha tomado la molestia de contar a los migrantes.

Algo más que nadie sabe es, ¿cuántos vienen de cada país?, ¿cómo llegaron hasta la frontera? Nadie sabe quién de entre tantos miles tiene algún oficio que le puede hacer valioso a donde está llegando. Y lo peor, nadie sabe que va a pasar con todos ellos y cuánto tiempo se quedarán en México.

La crisis del lado estadounidense

Del lado estadounidense Brownsville, Laredo y El Paso tres ciudades tejanas ya declararon estado de emergencia. Pero la situación ahí es muy distinta porque esos migrantes ya fueron admitidos a Estados Unidos. Los que están quedándose en México son los rechazados.

Los que se creyeron de Biden, creen que el Título 42 llegará a su fin el jueves, y creen también que eso quitará el impedimento para que entren. Con ese entendimiento los migrantes se vinieron corriendo con la firme idea de que los dejarán entrar.

La patrulla fronteriza dice que son hordas de más de 7,000 migrantes por día. El Senado en Washington estima que ese número se duplicará y que en tres meses podríamos ver agolpados en la frontera con México hasta a más de un millón de migrantes.

La senadora Kirsten Sinema de Arizona está que trina contra el gobierno de Biden porque dice; “Tuvieron dos años para prepararse para este momento y no hicieron nada”.

En la Casa Blanca no le responden directamente, pero argumentan que durante meses han construido instalaciones temporales para albergar a miles de migrantes. Para eso contrataron a trabajadores que atiendan a los migrantes y también redujeron el tiempo de procesamiento de los migrantes detenidos. Todo para hacer que el flujo migratorio hacia adentro de Estados Unidos sea más ordenado.

¿Se da usted cuenta?

Los estadounidenses si gastaron para protegerse y para aminorar el impacto de la crisis. Tome en cuenta que eso es para ocuparse solo de menos del 10 % de los migrantes que han sido aceptados. Por eso la pregunta queda…

Y del lado mexicano, ¿quién va a construir albergues, transportar y alimentar a los migrantes?

México ya se comprometió la semana pasada, a… “Por razones humanitarias” seguir recibiendo a los migrantes rechazados por Estados Unidos.

Sí a usted le sorprendió que, con todo el conflicto causado por el fentanilo, Estados Unidos se haya quedado callado ante las declaraciones fuertes y las burlas que se le han hecho desde México, ahora ya sabe la razón para ese silencio. A Washington le convenía no contestar los insultos para tenerlo de aliado para que le cargue a los migrantes que no quiera... y para que así le aleje de las fronteras una explosiva crisis política.

Este trabajito no es nuevo. Desde enero de este año los migrantes rechazados de Guatemala, Haití, Honduras y El Salvador se han tenido que quedar en México. Ahora con el nuevo pacto, los nacionales de Nicaragua, Cuba y Venezuela se quedarán también. La supuesta razón es que Estados Unidos no los puede deportar porque esos gobiernos ni siquiera, "le toman la llamada".

Esta semana, mil quinientos soldados del ejército estadounidense harán su aparición en la frontera en El Paso, no porque ahí está lo peor de la crisis, sino porque ahí están el mayor número de cámaras de los noticieros del mundo entero.

Para terminar, dígame ¿de qué servirán 1,500 soldados en una frontera que tiene 334 entradas repartidas en 48 puentes internacionales?

El Título 42 pertenece a las leyes de salud, a partir del jueves mismo, ese impedimento fronterizo será reemplazado con el Título 8 de la ley de inmigración. Un capítulo duro, que garantiza que las deportaciones serán expeditas y que quienes crucen ilegalmente, serán impedidos por 5 años de siquiera intentar entrar a Estados Unidos, quienes lo hagan serán encarcelados, hasta que comparezcan ante un juez y eso podría tomar varios años.

Así, México debe esperar ya desde ahora, a miles y miles de inmigrantes del mundo entero con hambre y necesidad de tener un lugar donde estar.

Y… ¡Aguas! Los migrantes que entran de Estados Unidos a México son abandonados a su suerte y a vivir de lo que puedan en las calles de las zonas fronterizas del norte de México. Con el enorme potencial de que cada uno se convierta en un criminal desesperado en potencia.

Quiero que le quede a usted muy claro que, absorbiendo a toda esta gente, los mexicanos le quitaron al presidente Biden uno de los peores dolores de cabeza para el que Biden no hubiera encontrado solución.

Imagínense que todos los migrantes que terminarán en México hubieran terminado en Estados Unidos, los estadounidenses, a Biden lo hubieran sometido a un juicio político.

Por eso es justo decir: Estados Unidos está obligado a compensar a México por el trabajo y el esfuerzo que le quitó del camino. ¿Cómo lo compensa?

Eso merece una negociación aparte.