Un estudio de Charles Gerba, profesor de microbiología de la Universidad de Arizona, mostró que tras dos semanas de uso se pueden encontrar más de 420,000 bacterias en el exterior de unos zapatos. 420,000. Para que te de una idea, el inodoro medio tiene menos de mil.

Las personas que pasan hasta el 90% de su tiempo en interiores ¿lo deben de hacer también? Si porque la materia que se acumula dentro de las casas no solo incluye el polvo y la suciedad de las personas y las mascotas, sino que alrededor de un tercio proviene del exterior, ya sea por el viento al ventilar las habitaciones o impregnado en las suelas de los zapatos.

Un estudio, hecho por químicos ambientales DustSafe, analizó los niveles de metales tóxicos como el arsénico, el cadmio y el plomo dentro de hogares de 35 países.

Estos contaminantes son inodoros e incoloros, por lo que no hay forma de saber dónde estamos expuestos a estas sustancias dañinas.

Si a esto añadimos toxinas cancerígenas de los residuos del asfalto y químicos para el césped que alteran el sistema endocrino.

Por lo tanto, quitarte los zapatos antes de entrar a casa es una buenísima idea.