IV Edición: Recursos energéticos & mineros

El empleo formal creció y la informalidad bajó durante el primer año del actual Gobierno, pero el paro le puso un freno abrupto a esos avances

Antes de que estallara el paro, con corte al 31 de mayo de 2022, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) registró 2’843.061 ecuatorianos con empleo adecuado (que tienen al menos el salario básico y 8 horas diarias de labores). Eso representaba 274.028 puestos de trabajo formales más que cuando Guillermo Lasso asumió el poder en mayo de 2021.

Además, también se registró una caída de la informalidad y los empleos precarios, de 5’372.998 a 5’301.393. Es decir, 71.605 menos informales durante el primer año del actual Gobierno

Esas mejoras costaron grandes esfuerzos a las empresas, sobre todo a pequeñas y medianas, luego de que la pandemia, la guerra de Ucrania y la creciente inflación redujeron el espacio para crecer y dispararon los costos de producción.

Ricardo Calderón, mediano productor del sector de alimentos, explicó que la crisis obligó a todos a optimizar procesos, buscar cómo reducir gastos e incluso ganar menos márgenes. Esto ha hecho que el empleo aumente con menos velocidad que el crecimiento de la economía, y que cada nuevo puesto creado haya costado mucho más que antes.

“No se han retomado los niveles prepandemia, pero varios sectores estábamos haciendo un gran esfuerzo por ir recuperando terreno e incluso invirtiendo un poco más, a pesar de la incertidumbre. Sin embargo, el paro ha sido un mazazo para todos. Incluso podría hacer que se pierda lo poco ganado”, puntualizó.

Retroceso

El paro, con sus acciones violentas, cierre de carreteras, desabastecimiento de mercados y hasta desperdicio de producción y alimentos, representa un golpe duro para las pequeñas mejoras en el mercado laboral durante el último año.

Lorena Valencia, economista y consultora empresarial, comentó que, en el último trimestre de 2019, bajo el impacto del paro de octubre, al cerrar ese año se perdió entre el 2,5% y 3,5% del empleo formal; y la informalidad aumentó un 4%.

“En las actuales circunstancias, con un nivel de violencia y sabotaje mayor que en 2019, el mayor riesgo es que la mejora en la formalidad laboral se evapore rápidamente; y la recuperación de la senda que se tenía tome el resto de 2022, debido a que tendremos menores niveles de crecimiento económico e inversiones”, puntualizó.

Solo en Quito, por ejemplo, se han registrado niveles de paralización de obras en alrededor del 80% dentro del sector de la construcción.

Además, según la última actualización del Ministerio de Turismo, las cancelaciones de reservas de visitantes ya llegaron al 95%.

Holbach Muñetón, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo, explicó que las cifras son alarmantes; y la recuperación de los niveles anteriores a la crisis y la imagen internacional del país pueden tomar por lo menos seis meses.

En ese contexto, no solo se pueden perder empleos que costó mucho recuperar, sino que se dejan sin piso las proyecciones de más contrataciones por lo menos en el corto plazo. (JS)

Fuente

La Hora